‘Ordre i desordre, una mateixa cosa’
Martín Vitaliti EN RESiDÈNCiA en el Instituto Viladomat y la alteración de las normas sociales
En febrero, los alumnos y alumnas de 1º de ESO que participaban en la residencia de Martín Vitaliti en el Instituto Viladomat realizaron uno de los ejercicios propuestos por el artista. A medio camino de la performance y el experimento conductista, la acción los situó en el centro del patio escolar, de pie, inmóviles y en silencio durante 30 minutos, a la hora de recreo de los compañeros y compañeras de otras clases. El grupo fue un polo de atracción para este alumnado, que se movió a su alrededor, lo tocó e interpeló para obligarle a romper la quietud. El objetivo del ejercicio era que los y las participantes observaran la reacción de los demás ante una escena que escapaba a su comprensión.
En marzo, la previsión era ejecutar tres acciones más –la obstrucción del patio, la irrupción en un aula en funcionamiento y una intervención en la megafonía del centro–, pero el parón del curso por el COVID-19 impidió su realización. Con todo, la grabación de ese ejercicio ha servido ahora para ilustrar el resultado de la residencia, Ordre i desordre, una mateixa cosa: una reflexión sobre la respuesta de las personas ante situaciones o realidades que trastornan, aunque sea sutilmente, el orden establecido, la normalidad instituida.
Una reflexión audiovisual y una teatral
El vídeo confronta dos imágenes aparentemente antagónicas, la del patio en plena ebullición y la del mismo espacio vacío, con unas sillas en el centro: es el ruido vs. el silencio, la multitud vs. la unidad. En ambos casos, el orden se altera por factores externos –los chicos y chicas que quieren estorbar la inacción de sus compañeros, en la performance, y los que mueven las hileras de sillas, en la segunda imagen. El orden perturbado, sin embargo, ¿da paso al desorden o a otro tipo de orden?
Este es el interrogante que ha centrado el proceso de creación de Ordre i desordre, una mateixa cosa. Un proceso desarrollado a través de acciones performativas o de conversaciones, charlas y discusiones, documentadas siempre por Martín Vitaliti. Algunas de ellas han adoptado la forma del texto teatral El Cajón, que se puede descargar en el blog de la residencia, una dramatización de episodios reales protagonizados por el grupo participante, que incitan al debate y, sobre todo, a la reflexión.
La Asociación A Bao A Qu ha comisariado y coordinado un proyecto artístico y filosófico, que será objeto de una exposición el próximo mes de octubre.