‘Escultures de companyia’
Alejandro Palacín EN RESiDÈNCiA en el Instituto Vall d’Hebron propone establecer una nueva relación con las esculturas de la ciudad
Pasamos por delante de ellas, las (ad)miramos o no y seguimos nuestro camino sin mirar hacia atrás. Las esculturas que se alzan en el espacio público de la ciudad contienen un discurso que no acostumbramos a escuchar, sobre todo cuando se trata de piezas no figurativas, obras de arte contemporáneo que no reproducen la realidad, sino que la abstraen. Ahora bien, si las escuchamos nos damos cuenta de que tienen mucho que decirnos; incluso, que podemos establecer un diálogo con ellas. Esto es lo que han hecho los alumnos y alumnas de 2º de ESO que han participado en la residencia de Alejandro Palacín en el Instituto Vall d'Hebron: un ejercicio de descubrimiento, escucha, acompañamiento y transformación de las esculturas cercanas a este centro educativo.
Así, Els mistos de Claes Oldenburg, Dime dime querido de Susana Solano o la letra A gigante que Joan Brossa concibió para instalar junto al Velódromo de Horta (y que forma parte de su obra más monumental, Poema visual transitable en tres temps: naixement, camí -amb pauses i entonacions- i destrucció), son tres de las obras que se han acompañado en Escultures de companyia. La cuarta, los Jardinets de Carles Soler (conocidos también como El Capritx de Montbau), ha dado lugar a ciudades imaginarias, realizadas con la ayuda de la tecnología a diferencia de la de Soler, un vecino que construyó piedra a piedra, a lo largo de diez años, uno de los rincones más sorprendentes del barrio.
En el blog de la residencia podemos seguir las etapas del proceso de creación que llevó a los chicos y las chicas del Vall d’Hebron a observar, entender e interactuar con el parque escultórico de su entorno, un conjunto de piezas instaladas con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 –que transformaron, a su vez, el trazado urbanístico de Montbau–.
Escultures de companyia, que ha contado con mediación de A Bao A Qu, vivirá una segunda presentación después del verano, consistente en un itinerario guiado para recorrer y mostrar este trabajo.