Las pequeñas cosas, lo cotidiano y la memoria del barrio, en Fabra i Coats
Más de una treintena de chicos y chicas se reunieron el pasado 11 de junio en Fabra i Coats, en una jornada festiva que reunía a gran parte de la comunidad de EN RESiDÈNCiA.
Eran alumnos de cuarto de ESO de los institutos La Sagrera Sant Andreu y Nou Barris, que presentaban el resultado final de sus procesos de creación. Los primeros, acompañados por Tatiana Donoso, con el comisariado y la mediación de L'Afluent y Fabra i Coats: Fabrica de Creación, presentaron No hay nada más lindo que lo que hacemos juntas. El alumnado del Instituto Nou Barris, por su parte, acompañado por Biel Llinàs y el comisariado y la mediación de la Asociación A Bao A Qu, presentó Aula portátil.
Una instalación textil y sonora
El recorrido comenzó en una de las dos salas de Fabra i Coats. Conducidos por los propios alumnos del Instituto La Sagrera Sant Andreu, los asistentes entraron en la sala y se encontraron un conjunto de prendas y otros elementos. La instalación se completaba con dos alumnas que, detrás de una lona iluminada, recitaban poemas y textos escritos por los mismos jóvenes: No hay nada más lindo...; En nuestro escritorio hay...; Nuestros profesores se acuerdan...; Hola y adiós...instituto; Hola parque...; Nuestros profesores creen que no hay nada más lindo...; y Me acuerdo, recogidos en un poemario.
Todos estos elementos daban forma a No hay nada más lindo que lo que hacemos juntas, un relato de memoria sobre lo cotidiano e íntimo de sus vidas. “Este proyecto habla sobre los recuerdos y momentos relevantes que, por muy pequeños que parezcan, para ti son importantes”, explicaban los alumnos cuando presentaban el proyecto.
Mientras oían los versos de los poemas y observaban las sombras de las dos recitadoras, el público asistente podía ir contemplando todas las piezas del alumnado: pantalones, jerséis, títeres, escritos, listas de la compra, fotografías, dibujos, telas... todos los elementos tenían una razón de ser. En esta residencia, Tatiana Donoso ha aplicado su trabajo artístico, que consiste en llevar las memorias de lo cotidiano al aula. “Lo que les está pasando en su vida cotidiana es importante, genera memoria y debe recordarse”. Durante el recorrido, el alumnado conversaba con los asistentes, explicando la instalación y sus aportaciones. Como Luna Gracia, que había creado su obra a partir de un títere de una cabra. Por lo general, todo el grupo se mostraba muy satisfecho con la experiencia y el resultado final. Laia Bayo explicaba que EN RESiDÈNCiA le había sorprendido mucho: “No me esperaba nada parecido. Me ha gustado mucho recopilar todo el material y ordenar los textos. Este proyecto me ha hecho tomar conciencia de la importancia de los pequeños detalles. De entrada, ya lo sabes, pero siempre se te olvidas de lo importante que es un pequeño momento”, explicaba.
Por su parte, Tatiana Donoso también valoraba muy positivamente la experiencia: “Ha sido un viaje muy intenso. Sales de la zona de confort que tenemos los artistas y trabajas con otros imaginarios, ritmos y prioridades. Es como un río de aguas subterráneas. Me ha llevado a hacer cosas muy distintas que nunca habría hecho”, apuntaba.
El barrio de La Prosperitat, desde otros ojos
La segunda parada del recorrido fue en Aula portátil, el resultado del proceso de creación del alumnado del Instituto Nou Barris y Biel Llinàs. Nada más llegar a la sala, todo el alumnado, las docentes y el artista se descalzaron para pisar una tela negra de 60m2, un aula portátil a escala real que, durante todo el proceso de creación, el grupo transportó por diferentes lugares del barrio.
De la mano de los propios alumnos, los asistentes conocieron en qué había consistido su experiencia. Desde el primer día del artista en el instituto, el trabajo en el aula, las visitas al estudio de Biel Llinàs, en La Capella, y en la Red de Mujeres Cosedoras, y la concreción del proyecto. Según explicaron, el eje principal del proceso de creación fue la memoria del barrio de La Prosperitat. A través de sesiones abiertas con el aula portátil en distintos puntos del barrio, el alumnado había conocido etapas muy significativas, como la lucha vecinal, las consecuencias de la especulación inmobiliaria, y la huelga de los 62 días; espacios como la plaza de los trabajadores y trabajadores de Harry Walker y la plaza Ángel Pestaña, y personas que habían vivido en primera persona todo ese proceso, como Isidre Ramos. Para Biel Llinàs, el artista de esta residencia, el proceso de creación permitió conectar el barrio con los estudiantes: “Los alumnos han visto qué vinculación tienen con el barrio y su proceso histórico que lo ha configurado. Han conocido, desde lo vivencial, hechos sin los que no entenderían su barrio. Una evolución de ida y vuelta que me ha parecido muy potente explorar. Ha sido todo un reto”. Es el caso de Miquel Ortiz, uno de los alumnos de cuarto de ESO, quien afirmó que el proyecto le había gustado mucho porque era muy diferente a las clases habituales en el instituto. “Me ha parecido muy interesante y he aprendido mucho sobre la historia de mi barrio. Casi toda mi vida he vivido aquí, y este proyecto me ha dado cuenta de que vivimos en un barrio con una historia muy difícil y con una lucha social muy potente”, explicaba.
Todo el proyecto del alumnado y Biel Llinàs se ha materializado en una publicación, que los asistentes pudieron llevar para consultar más detalles en casa.
La jornada se cerró con la Horchata EN RESiDÈNCiA, un pequeño refrigerio en el vestíbulo de Fabra i Coats. Docentes, alumnado, artistas y familias pudieron compartir impresiones sobre los dos procesos de creación y conocer en primera persona a los protagonistas.