Me gustaría empezar este proyecto abordando las temáticas que interesen a los participantes, sus inquietudes y expectativas, su mirada sobre el mundo y su experiencia; es decir, aquellos aspectos que generalmente sólo conozco desde la perspectiva de los adultos. Esto lo haré mediante diferentes lenguajes escénicos y procedimientos de creación, para extraer los materiales de juego y discurso que deben ser los puntales de la dramaturgia que elaboraré, privilegiando su propio universo. Todo ello con el objetivo de crear un espectáculo que sea el retrato de la generación que les ha tocado vivir, de su adolescencia, en uno de los momentos más críticos y lleno de incertidumbres de todo lo que llevamos de siglo.

Así pues -resumiendo- me interesa afrontar la experiencia como un camino de investigación con el grupo y los individuos que lo integran, partiendo de su universo personal, de su propia mirada, de su voz creativa y sus capacidades expresivas.