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Mariona Cañadas y Pedro Murúa EN RESiDENCiA en el Instituto Escuela El Molí
¿Cómo nos relacionamos con los espacios que habitamos?
Proponemos empezar este proceso con la propuesta Pensar el suelo – maneras de tierra. Nuestra relación con los espacios, pasa por una primera interacción, darnos cuenta de que estamos en un sitio/un punto concreto. Generalmente, la vista nos da señales de lo que tenemos alrededor, pero también participan todos los demás sentidos, para poder determinar cómo es este espacio y cómo nos sentimos en él. En esta mirada a la relación cuerpo/espacio, existe el suelo que nos aguanta, que pisamos a cada paso, que manipulamos según las actividades que queremos desarrollar. Debajo de esta tierra también hay vida, también encontramos historia sedimentada. Por lo general, el uso que hacemos del suelo, nos indica una manera de relacionarnos con el mundo.
A partir de aquí se abren un montón de preguntas, que abriremos con el grupo: ¿qué relación física tenemos con el suelo? ¿De qué formas lo ocupamos? ¿De qué materiales está hecho? ¿Qué tenemos bajo el suelo que pisamos? ¿Lo podemos medir, cuantificar? ¿Qué tierras pisamos en la ciudad? ¿Y en otros sitios?