Durante la adolescencia la palabra futuro, con las luces y las sombras, nos ronda como nunca y ante nosotros se presenta una sociedad adulto-centrista con las puertas de par en par. A través de diferentes ejercicios de escritura, de ilustración y de la fusión de ambas disciplinas, nos detendremos un momento en este umbral e intentaremos generar conciencia de lo que consideramos nuestro para ver cómo incide en lo que somos hoy y lo que queremos ser. Volver la mirada atrás pero como un espejo que tenemos delante, para retratarnos. Recuerdos, palabras, objetos, personas, espacios y una mirada capaz de unificarlo todo en historias del aquí y ahora, conectadas con el presente, a la ficción, la auto-ficción y la autobiografía.

Este proceso de creación individual y colectiva comienza desde la idea de rescatar/cultivar la mirada de la infancia y, a través de ella, identificar los elementos clave en nuestra identidad que nos acompañarán en el desarrollo de la vida adulta.