Roc Esquius EN RESiDENCiA en el Instituto Escuela Eixample

Para compartir mi proceso de creación de una obra de teatro con el alumnado, lo primero que haré será explicarles los pasos que sigo (encontrar la idea, buscar un desarrollo que enganche, unos personajes atractivos...) y, a partir de ahí, intentaré que su propia expresividad y recursos, desde el juego y la curiosidad, sean un buen vehículo para empezar a sumar material para la obra y llevar a la práctica lo que empieza en una página en blanco. 

Para ello, una vez decidida la historia a desarrollar, me entran ganas de crear marcos de trabajo concretos que nos permitan explorar vías de trabajo. Es decir, ir creando juegos y ejercicios a las necesidades de la historia para hacerla avanzar y descubrir en vivo las posibilidades que muchas veces debes imaginarte solo en casa. Con esto pretendo enriquecer la obra y pulirla para conocer sus puntos fuertes y débiles.

Compartiendo así el proceso de creación quiero descubrir a los mejores personajes, sus particularidades, manías y deseos, los detalles de la historia, la trama, el tono... en función de cómo se vaya creando la historia y de todo lo que ocurra en clase. Puede ser una gran manera de ir viendo poco a poco si decae el interés en algún sitio y qué funciona mejor. Desencallar en algún momento o cambiar de rumbo por completo.

Todo ello también puede acabar influyendo en la propia puesta en escena, ya que quizás en los juegos y ejercicios que fabricamos por la obra descubrimos maneras interesantes y genuinas de llevarla a cabo.